DEJAR IR                                            

Es doloroso dejar ir. Quién dice que no? pero es la única forma de fluir con el ritmo de la vida y no quedarnos atrapados en las garras del dolor. Hay circunstancias en la vida en las que es difícil y nos aferramos cual pescador a su red.

Nos sentiremos livianos cual pluma que flota en el viento   y seguiremos nuestro camino sin ataduras, a sabiendas que solo así avanzaremos y disfrutaremos, sin paradas repletas de tristezas y llanto. En algún momento de nuestro recorrido, es a nosotros a quien nos tendrán que dejar ir..